26 de diciembre, 2015
¿Cómo combinamos el latido en el sendero?
¿Cómo pregunto lo que no sé?
Sobre los caminos inevitables, ¿dónde se hará firme el paso combinado?
Mi corazón humano late un saber de tiempos remotos, de ahoras, de siempres, que vuelven inevitablemente para Ser en el total de la existencia. El saber de la vida que ha de vivir con los pies que dejan huella, con el cuerpo que late, con la piel que se eriza, con el reflejo de un océano profundo en los ojos.
Un saber rojo y violeta que hoy tiene aroma a distancia.
¿Qué respuestas hay para lo inevitable?