Somos entidades de energía y fluimos entre otras múltiples vibraciones. A veces el flujo energético se estanca o distorsiona y las cosas parecen ponerse más complicadas que de costumbre.

De la misma manera que nosotros, los lugares que habitamos son entidades energéticas que poseen su propia vibración y su propio registro akáshico. Al abrir este libro tenemos la posibilidad de acceder y disolver la negatividad y patrones disonantes acumulados allí a lo largo de toda su existencia.

Disolver estos patrones en nosotros y los lugares donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo promueven el equilibrio general, atrayendo orden natural a nuestra vida, un estado relajado, abundancia y prosperidad.

Algunos de los posibles factores de disonancia en los lugares

1.    La energía discordante de antiguos habitantes del lugar.

2.    Remanente energético negativo de todas las personas que entran y salen, sin necesariamente habitar el lugar.

3.    Entidades que no han trascendido en su camino hacia la Luz y quedan energéticamente ancladas al espacio físico.

4.    Los eventos sucedidos en otros tiempos pueden dejar un remanente de energía distorsionada.